La cantidad de agua presente en una muestra de suelo se denomina contenido de humedad. La humedad es muy importante y su cantidad debe estar en un equilibrio cuidadoso (ni demasiado seca ni demasiado húmeda) para que los organismos prosperen. En concreto, el contenido de humedad del suelo debe coincidir con las necesidades de las plantas, los animales y otros organismos que viven en el hábitat. Algunos organismos, como los helechos y las salamandras, necesitan mucha humedad. Otros, como los cactus y algunas serpientes, están adaptados a los hábitats desérticos y necesitan muy poca agua. La mayoría de las veces, el suelo con una humedad equilibrada de manera uniforme es un refugio para las plantas y los pequeños animales que viven en el suelo.